Como matrona tengo la oportunidad de hacer un seguimiento en la evolución de la tonicidad del suelo pélvico desde que una mujer se queda embarazada, hasta que tiene a su bebé, y por supuesto en el postparto. Soy testigo de cómo el tono del suelo pélvico empieza a debilitarse a medida que el embarazo llega a su fin, debido a todo el peso abdominal y pélvico que tiene que soportar y agravado, en su mayoría, por los pujos realizados en el momento del parto.
Durante el embarazo, en las clases de educación maternal y preparación al parto, es el momento idóneo para que las gestantes tomen conciencia de la existencia de ese grupo de músculos tan importante en nuestro cuerpo y gran desconocido para la mayoría de ellas, explicándoles la importancia que va a tener a partir de este momento y sobre todo tras el parto, momento en el que tendrán que empezar a recuperar dicha tonicidad. Una vez pasada la cuarentena (unas 6 semanas postparto), es el momento en que tomamos parte activa y ponemos en práctica el uso del dispositivo inercial Boltex Inertial, para que puedan recuperar la tonicidad perdida y no dejen de ejercitar los músculos durante el resto de su vida. Los resultados obtenidos tras unos meses de uso son muy satisfactorios, puesto que la mayoría de mujeres recuperan el tono, en más o menos tiempo, según el tono base desde el que partían previo al uso de Boltex. De hecho la mayoría de ellas están satisfechas con el uso del mismo y con el resultado obtenido tras la práctica del Método Boltex para la recuperación postparto.
